La Huesuda

 

    Mujer alta y diabólica que suele andar en los puros huesos por las noches. Presume de ser hermana de la Cabeza Errante y durante un tiempo amante del demonio Hunhau, quien le otorgó poderes extraordinarios para sembrar el terror en la Tierra. Entre los siniestros poderes que ostenta está el de arrancarse la carne de los huesos y así en esqueleto andar a zancadas por las calles de los pueblos lejanos buscando víctimas para clavarles en el corazón una estaca de dura madera que siempre trae consigo. Alguna vez fue casada con un agricultor y compartieron, en apariencia, la vida normal de los casados. 

    Pero por las noches, mientras su esposo dormía, ella abandonaba la hamaca matrimonial y se dirigía a una suerte de altar con una cruz de piedra en el cabo de la población, donde invocaba a Hunhau, su amante, al tiempo que se arrancaba a pedazos la carne de los huesos. Entonces su esqueleto recorría las calles como ya está dicho. Cerca del amanecer, retornaba ante la cruz de piedra y pronunciando palabras enigmáticas lograba que sus carnes amontonadas en el suelo se unieran nuevamente a sus huesos; enseguida regresaba a casa y tomaba su lugar en la hamaca. 

    Con el tiempo, el esposo se percató de aquellas misteriosas escapadas y al fin una noche la siguió hasta la cruz de piedra, donde, horrorizado, presenció la espantosa metamorfosis de la mujer que amaba. Aconsejado por un hechicero, una noche el hombre derramó abundante sal sobre las carnes yacentes en el suelo y se marchó. Cuando la mujer regresó en la madrugada ante la cruz de piedra, ya no pudo unir sus carnes a su esqueleto y emitiendo un alarido de impotencia, huyó, desapareciendo para siempre.