Kakasbal

 

    Engendro tan monstruoso como el Ek Chapat (Señor Escolopendra) creado por los nueve dioses del infierno maya para burlarse de los trece dioses buenos de la cosmogonía maya y demostrarles que también su poder era inconmensurable. Para formarlo se congregaron una noche en el Noveno Infierno, que encabeza Ah Puch, y cada uno de los nueve demonios contribuyó a la funesta tarea aportando diversos despojos de bestias y fenómenos cuyo hedor apenas podían soportar los mismos demonios: le colocaron una cabeza brutal con cuernos y un hocico que, abierto, evidenciaba los poderosos colmillos de un jaguar; de la abertura del hocico gotea una especie de baba venenosa; el cuerpo es un mazacote de garras de cuervo, pelos y testículos de mono salvaje, y su cola una culebra que remata en tres cabezas, que nos recuerda vivamente al Cancerbero. 

    Sus ojos son del color de la sangre y de los agujeros de su horrible nariz sale un vaho que mata por igual a hombres, animales y plantas. A los niños los despedaza para beber su sangre, de la cual vive. Posee la propiedad de tornarse en cualquier otra clase de bestia y aun puede dar la inocua apariencia de un pequeño insecto.