Hak Madz

 


    Hijo del Ek Chapat y una bruja con cabeza de bestia, ambos pertenecientes al ejército de guardianes del monstruo Huay Pach. Al morir la bruja, Hak Madz fue recogido por la diosa Ixchel, que lo crió hasta que pudo bastarse a sí mismo. Su tosco cuerpo es peludo y tiene los brazos extremadamente largos. En la mano izquierda sostiene un madero que termina en una afilada punta. 

    Su rostro es el de un tigre; mantiene su enorme hocico abierto y en su interior lucen sus puntiagudos colmillos y una delgada lengua que no es sino una serpiente negra. Además de cuidar del Ek Chapat, ha sido guardián de otros monstruos y de un vasto nido de avispas asesinas.

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