Ek Chapat
Acaso sea Ek Chapat el más monstruoso de los seres mitológicos mayas con sus siete cabezas, cien pies y repulsivo aspecto. Existen varias versiones de su origen y transformación en tan horrible criatura, algunas tomadas de los más antiguos libros mayas y otras transmitidas en forma oral por viejos hechiceros conocedores de los mitos y misterios de la península de Yucatán. Algunas historias son creíbles, pero muchas resultan disparatadas o tal vez hayan sido inventadas por sus mismos autores. Nos inclinamos por una versión escuchada y repetida por unos brujos del oriente de la península: se dice que cuando muchacho,
Ek Chapat llegó a ser, por su valor, uno de los guerreros favoritos de Ek Chuah, el Capitán Negro de la Guerra. Pero el joven aspiraba al alto puesto de su protector y al enterarse éste de esa aspiración, se sintió traicionado, y aconsejado por sus consultores lo maldijo, convirtiéndolo en la más horrible criatura que pudiera concebir su odio contra el bravo guerrero.
Exiliado a lo más profundo de la selva, fue destinado a ser
el eterno guardián de una infernal guarida en medio de un camino por el que
habrían de pasar los viajeros que regresaban a casa después de largas jornadas
a los altares de sus dioses. Para lograrlo, el caminante tenía que adivinar una
serie de acertijos indescifrables que le planteaba el monstruo o sería
descuartizado. Por muchos siglos nadie pudo descifrar los acertijos y los
caminantes fueron sacrificados con lujo de crueldad. Una de las versiones
sustenta que finalmente un viajero logró la proeza y se ganó el derecho de
compartir los poderes del Ek Chapat, llamado también "El Señor
Escolopendra".
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